miércoles, 27 de enero de 2010

En mi cuartel

Una vez mas como cada día después de tomar los medicamentos tengo que estar dentro de mi cuarto para no desmallar, en la quietud del tiempo y el espacio puedo escuchar todo a mi rededor, el señor gritando el agua, los autos pasar, los niños gritar, y en lo mas lejano puede oírse una ave, hace mucho no escuchaba una ave, es mas no recuerdo hace cuanto tiempo deje de escuchar el sonido de las aves, en la quietud de mi tiempo puedo abrasar el silencio y los rayos limpios del sol, tantos sonidos que vale la pena la soledad, recuerdo que cuando niña miraba a los pajaros silvestres pensaba en atrapar uno, pero hace mucho y es en serio que no he mirado siquiera uno, o sera qu deje de poner atención, el sol a esta hora es un regalo, cierro mis ojos y recuerdo aquellos años maravillosos de mi infancia, donde solo el gastar energias y risas era lo que importaba, siempre que tenia tiempo de jugar no dudaba en hacerlo, no importaban las cosas materiales y el tiempo, mmmm creo que aprendi a leer la hora a los 12 años, en fin jamas me importo, el día de hoy recorro los caminos y me doy cuenta que hasta el pueblo cambio, hay mas gente, mas extraños, yo recuerdo una tienda donde las golosinas eran un pepino con chile una jícama, zanahorias, pepitas o cacahuates, un gansito costaba solo 50 centavos.
tiempor mosos.

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